Para todos aquellos padres que este curso llevan a sus hijos al colegio por primera vez o que se vuelven a incorporar de años anteriores, los primeros días en educación infantil pueden ser "movidos" por diferentes aspectos.
Son días en los que los padres suelen sentir muchas emociones juntas: felicidad de ver cómo crecen los niños, a la vez que sienten cierta tristeza de ver lo rápido que pasan los años. Para muchos será un alivio volver a la rutina y otros sentirán algo de estrés por tener que llegar en hora, y cómo no, muchos tendrán dudas sobre cómo estarán sus hijos.
Los niños también pueden tener una montaña rusa de emociones, estarán felices, nerviosos y seguramente ansiosos de no saber cómo será la evolución de estos primeros días. Ellos no son conscientes de que están empezando un proyecto fundamental en sus vidas que dura aproximadamente 20 años y que llamamos educación.
- Rutina. Ha terminado el verano y tenemos que volver a la rutina de los horarios. Ayudar a relajar a los niños con un baño y un cuento antes de acostarse, favorecerá el conciliar el sueño y estar descansados para el día siguiente.
- Tiempo. Los primeros días de la nueva rutina, es importante que los padres se tomen “su tiempo” para estar listos, de manera que cuando se despierten los niños de la casa los padres puedan dedicarse a ellos. Esto puede suponer tener que madrugar más de lo normal pero también supondrá que tendrán tiempo de respetar los tiempos de los niños y no tener que estar repitiendo “date prisa” toda la mañana.
- Comunicación. Hablar, hablar y hablar. Si el niño está nervioso por los primeros días, hay que ayudarle a sentirse entendido y a centrarse en los aspectos positivos de los próximos días. Contarle una anécdota de cómo fueron nuestros primeros días de colegio puede ayudarle a sentirse comprendido. Compartir información con los hijos es importante para que los niños sepan qué esperar del día; se quedarán más tranquilos si saben que en un rato se les irá a recoger y que mientras tanto jugarán con otros niños. Se puede colgar su horario escolar en un sitio visible para que cada alumno sepa qué va a tener cada día, por ejemplo natación, psicomotricidad, arte o música.
- Compartir emociones. Es importante que los padres estén seguros de la decisión de enviarles al colegio y que confíen plenamente en los profesores del centro, ya que esta seguridad se la contagiarán a sus hijos. Si los padres están ansiosos o nerviosos, los niños lo captarán, es importante que les transmitan paz y tranquilidad. Hay que saber que los niños volverán cansados del colegio, las emociones y el desgaste físico son fuertes estos días, por ello hay que ofrecerles una mayor paciencia y comprensión.
- Despedidas rápidas. Las despedidas deben ser breves y optimistas, cariñosas y con firmeza. Es recomendable evitar chantajes y no crear falsas expectativas sobre qué va hacer durante el día o sobre la hora de recogida. Es una rutina a la que los niños se irán acomodando poco a poco.
- Autonomía. Ayudar a los niños a ser independientes es fundamental ahora que están acudiendo al colegio. En el colegio se favorece y se trabaja la autonomía de cada niño, respetando sus tiempos pero a la vez guiándoles sobre los hitos que deben ir cumpliendo, por ello es imprescindible que los padres refuercen estas conductas desde casa. La seguridad de cada niño crecerá al ver que puede enfrentarse a sus retos de crecimiento junto con sus padres.
- Involucrarse e interesarse. Si los padres están involucrados en el día a día de sus hijos, los niños se sentirán acogidos y escuchados. Mostrar interés en su día, preguntarle a la salida del colegio qué actividades han hecho, si recuerda nombres de compañeros que ha conocido o por ejemplo qué ha comido. Hay que escucharles con atención y empatía, alegrándose de sus éxitos y comprendiendo sus pequeñas dificultades, siempre teniendo en cuenta lo importante que son estos primeros días en su adaptación y en el futuro de su etapa escolar.
- Celebrar. No sólo se tiene que celebrar el último día de colegio. Es importante que celebremos el esfuerzo que hacen nuestros hijos para ir al colegio y seguir en este proyecto cada día. Un desayuno especial, una merienda divertida, una visita a un parque hará que estén motivados para el día siguiente.
Según Sofía Gigliani, psicóloga especializada en Terapia de Familia de la Institución Educativa SEK, todas estas recomendaciones no valdrían de nada sin el cariño, la ternura y la comprensión de toda la familia. Siempre teniendo presente que cada niño es único y cada uno vive las experiencias a su manera. Por último, la mejor recomendación que podemos darles, es que disfruten de cada momento, porque el tiempo pasa volando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario